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Mario Camus (Santander, 1935) y Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, 1942) tienen varias cosas en común: ambos nacieron en Cantabria y se encuentran entre los mejores cineastas de la historia del cine español; los dos, además,  obtuvieron en los años ochenta importantes reconocimientos internacionales y gozan desde entonces de un gran prestigio a nivel europeo. La Torre de Don Borja, en Santillana del Mar, los ha reunido en un encuentro en el que estuvieron acompañados por el periodista de El País Jesús Ruiz Mantilla.Mario Camus (Santander, 1935) y Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, 1942) tienen varias cosas en común: ambos nacieron en Cantabria y se encuentran entre los mejores cineastas de la historia del cine español; los dos, además,  obtuvieron en los años ochenta importantes reconocimientos internacionales y gozan desde entonces de un gran prestigio a nivel europeo. La Torre de Don Borja, en Santillana del Mar, los ha reunido en un encuentro en el que estuvieron acompañados por el periodista de El País Jesús Ruiz Mantilla.

 

Mario Camus y Manuel Gutiérrez Aragón conversan antes del encuentro.

La conversación, a la que asistieron más de medio centenar de personas, sirvió para reflexionar, entre otras cosas, sobre las vinculaciones existentes entre el cine y la literatura ya que Camus adaptó durante su carrera como cineasta obras de escritores como Camilo José Cela, Miguel Delibes, Ignacio Aldecoa, Pérez Galdós, Calderón de la Barca, Lope de Vega o Lorca. Gutiérrez Aragón, por su parte, adaptó a la televisión y el cine El Quijote, de Miguel de Cervantes. Ambos coincidieron en que para hacer una buena adaptación lo más importante es «captar la esencia de la novela». Gutiérrez Aragón, bromeando,  aseguró que «hay que coger para adaptar al cine a autores muertos, que no protestan, y obras poco conocidas para que la gente no compare». Camus, por su parte, aseguró que nunca ha tenido ningún problema con escritor al que haya adaptado una de sus obras. «Cela era muy divertido -recordó el cineasta- y se presentó en el rodaje de la Colmena diciendo que quería ser actor y preguntando que cuánto se cobraba. Delibes, por su parte, no sospechaba que se pudiese llevar al cine ‘Los santos inocentes’. Mario Camus recordó, precisamente, lo que sucedió con ‘Los santos inocentes’ en Cannes, donde obtuvo el reconocimiento del jurado ecuménico pero no el gran premio del Festival. «Nuestra película era la favorita y no ganamos porque Jorge Semprún, que era miembro español del jurado español en Cannes y tenía el voto decisivo, votó a favor de París Texas en lugar de por ‘Los santos inocentes’. Creo que lo hizo porque como escritor envidiaba el éxito de Debiles. Luego intentó arreglarlo dándome muchos abrazos».

 

Jesús Ruiz Mantilla, escritor y periodista de El País, moderó la conversación

 

En el encuentro los dos directores hablaron de sus vínculos como Cantabria, tierra en la que rodaron varias de sus películas. Manuel Gutierrez Aragón  explicó que «rodar en Cantabria es difícil, me he quedado colgado con muchas secuencias que empezamos a rodar con sol y que tuvimos que interrumpir porque se nublaba. He rodado en Cantabria porque es lo que más conozco y por las raíces pero a veces las raíces son una puñeta».

No han sido muchas las veces que Camus y Gutiérrez Aragón han conversado en público. La última fue hace más de dos décadas, en el marco de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. En el encuentro en la Torre de Don Borja ambos reflexionaron sobre el momento en el que abandonaron el cine.  «Dejamos de hacer cine -explicó Gutiérrez Aragón- porque las cosas cambiaron. Muchas de nuestras películas de éxito hoy no podrían ser rodadas. Ni siquiera el ‘Verdugo’ de Berlanga conseguiría financiación». A la pregunta de si echaban de menos el cine, Manuel Gutiérrez Aragón, en la actualidad dedicado por completo a la escritura, contestó con contundencia: «Echo de menos el cine, tocar la vida, estar con los actores… no hay nada como eso. Escribir en una actividad solitaria. En el cine hay cuarenta personas empujando para sacar adelante una idea. Lo que más echo en falta es el trabajo con los actores». Mario Camus, por su parte, concluyó diciendo «Echo de menos muchas cosas pero, concretamente, hacer una película no, porque sueño todas las noches con hacer una película».

 

Más de medio centenar de personas asistieron al encuentro

Mario Camus y Manuel Gutiérrez Aragón

Mario Camus nació en Santander en 1935. Director y guionista, ha destacado por sus brillantes adaptaciones de obras literarias al cine. En 1983 fue reconocido con el Oso de Oro en el Festival de cine de Berlín por La colmena, basada en la novela homónima de Camilo José Cela. En 1984 obtuvo la mención especial del jurado ecuménico en el Festival Internacional de cine de Cannes por Los santos inocentes, una adaptación de la novela de Miguel Delibes. Estas dos películas le permitieron obtener un gran reconocimiento como cineasta, tanto a nivel internacional como nacional. Mario Camus ha sido distinguido, también, con reconocimientos como el Premio Nacional de la Cinematografía, el Premio Goya al mejor guión original en 1993 o el Goya de Honor en 2010.

Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, 1942), es uno de los cineastas más destacados de su generación en Europa. Entre sus títulos más emblemáticos se encuentran Habla, mudita (1973), Camada negra (1977), El corazón del bosque (1979), Maravillas (1981), Demonios en el jardín (1982), Feroz (1984) o La noche más hermosa (1984). Como cineasta ha conseguido, entre otros reconocimientos, el Premio de la Crítica del Festival de Berlín, el Oso de Plata al mejor director en el Festival de Cine de Berlín, la Concha de Oro en el Festival de San Sebastian, un Premio Goya al mejor guión adaptado o el Premio Nacional de la Cinematografía. En 2008 anunció su retirada del cine y se dedicó por completo a la literatura. Con su primera novela, La vida antes de marzo, obtuvo el prestigioso premio Herralde en 2009.  Gutiérrez Aragón es, además, miembro de las reales academias de Bellas Artes de San Fernando y de la Lengua Española.